Desde niño supe que quería ser piloto. He estudiado el funcionamiento del aire toda mi vida, y hace una década que hago el trabajo de mis sueños: soy piloto de helicóptero. Aunque el parapente ha aparecido en mi vida recientemente, estoy encantado con esta nueva disciplina. Todo empezó porque estaba escalando los picos en Sierra Nevada, al borde del valle Owens, y vi a tres parapentes sobre mi cabeza. “¡Bum! ¡Ya está!”, pensé. Le dije a mi compañero: “Tengo que hacer eso”. Deseaba con todas mis fuerzas sobrevolar los Owens y contemplar las espectaculares vistas desde arriba.
Sabía que la zona tenía fama de fuertes condiciones, y que necesitaría un nivel avanzado de vuelo, pero quería hacer lo que fuera para conseguirlo. De inmediato tomé clases de vuelo y me rodeé de mentores increíbles que me dejaron trabajar para ellos en un programa SIV. Cuando ya tenía el título, me dije a mi mismo que en ese primer año sacaría mi vela de la bolsa todos los días para salir a volar, y eso es exactamente lo que hice. 365 días de vuelo seguidos. Un año después de ver volar a esos pilotos sobre mi cabeza mientras yo escalaba, estaba ahí con ellos, a 5.500 m sobre los Owens. Los sueños se hacen realidad.
Ser atleta y amante de la naturaleza también es parte de mi ADN. Me encanta entrenar y estar al aire libre. Correr por las montañas, levantar pesas y comer equilibradamente hace que me sienta seguro cuando vuelo hacia lo desconocido y ser capaz no sólo de sobrevivir, sino de prosperar. Exigirme cada vez más, entrenar duro y querer ver más desde el aire me ha llevado a competir en las carreras de Hike & Fly. Además de muchas competiciones locales, he tenido la suerte de participar en el Eiger Tour, UAE Championship, X-Red Rocks y X-Pyr. Actualmente estoy entrenando para mi mayor reto: Red Bull X-Alps 2023.
He tenido la suerte de probar muchas velas Niviuk y estoy enamorado de su pilotaje y maniobrabilidad. Especialmente la
Klimber 2 P y la
Icepeak X-One, que para mí son la personificación de "diversión". Acabo de estrenar mi
Artik R y mi silla
Arrow y estoy encantado, esperaba con impaciencia esta nueva generación de velas y arneses y no me han defraudado. ¡A ver qué nos depara el futuro!
He vivido muchas aventuras increíbles en parapente, y cada vez son mejores. En uno de mis vuelos favoritos, Honza Rejmanek y yo despegamos de Walt's Point y sobrevolamos los Owens a temperaturas brutalmente bajas para aterrizar en lo alto de las montañas. Acabamos en un terreno extremadamente remoto. Esa noche, Honza sacó del arnés dos filetes de 4,5 kg para cocerlos en el fuego. Recuerdos inolvidables... ¡Y también deliciosos!
