Thibault Voglet
Empecé a volar en parapente a los 14 años, después de estar años rogándole a mis padres que me dejaran hacerlo, ya que ellos no vuelan. He vivido toda mi vida en uno de los mejores sitios de vuelo en Bélgica, por eso siempre me ha llamado la atención y me han apasionado todas las disciplinas aéreas: el Kitesurf, los globos aerostáticos, el parapente… ¡Incluso los aviones de papel!
Para incrementar las horas que paso en el aire, he dedicado toda mi vida al parapente: me he convertido en instructor, revendedor, organizador de eventos, competidor y piloto de biplaza. Creo que la única forma de progresar es practicar todo lo posible. Para mí, todos los vuelos son interesantes: un pequeño planeo, un vuelo de 200 km, un tándem o un vuelo acro... Por eso nunca digo que no a salir a volar.
He subido a varios podios de competiciones nacionales, siendo campeón de Bélgica en 2019 (y 2020). Soy miembro del equipo nacional belga desde 2018, participando en campeonatos FAI 1 y Copas del Mundo, y también compito en la disciplina Hike & Fly, participando en competiciones como la XPyr y el Airtour del Mont Blanc. Además, formo parte del Team X1X, donde el dicho “compartir es cuidar" cobra todo su sentido. Volar, progresar, comparar, discutir o simplemente disfrutar de una buena comida... Todo es mucho más interesante si se hace en grupo. Es la razón principal por la que me enamoré de la idea de este equipo.
Comencé bien en la competición, ganando todas las mangas en la categoría belga, pero el penúltimo día cometí un gran error que me costó el esfuerzo realizado en las pruebas anteriores. En el último despegue, la tensión se podía palpar. Realicé una manga "controlada”, y en el planeo final pude tomar algunos riesgos que me permitieron ganar. Nunca olvidaré ese momento de relajación… Después de una semana de trabajo y algunos momentos de estrés, fue una liberación increíble.
Volar fue una evidencia para mí desde pequeño. Es la razón por la que ahora toda mi energía va dirigida a esta pasión.
No sabemos cómo será el futuro, así que sólo tenemos que disfrutar del presente y aprovechar todos los momentos de felicidad posibles.
Una emoción parecida me invadió al realizar la manga de 110 km en la PWC de Turquía 2021. Conseguí llegar a la meta con 30 metros de margen tras un intenso planeo final frente a la vela. Al acabar, grité de alegría. Esa sensación de libertad cuando aterrizas después de pilotajes muy intensos es inolvidable. Son los mayores momentos de paz que he experimentado: por fin puedes respirar y relajarte.
¿QUÉ ESTÁS
BUSCANDO?