Tobias Fasan

Desde siempre me ha fascinado la aviación, los aviones y todo lo que vuela. Mi historia con el parapente empezó cuando me regalaron un vuelo biplaza al terminar los estudios. Unos años más tarde decidí sacarme la licencia… y desde entonces, el parapente se convirtió en una auténtica obsesión (con todas sus ventajas y desventajas). Aprovechaba cada minuto libre bajo mi vela, siempre que las condiciones lo permitían. Ya fuera practicando ground handling o explorando nuevas zonas de vuelo, absorbía cada experiencia como una esponja. Cuanto más volaba, más claro tenía que esto era lo que daba sentido a mi vida.

Desde antes incluso de volar, ya me gustaba grabar mis aventuras y componer música. Hoy, muchos pilotos me conocen por los vídeos que comparto en mi canal de YouTube, y me alegra saber que he podido inspirar a algunos a cumplir también su sueño de volar. Recuerdo, por ejemplo, encontrarme a un alumno en el despegue de una escuela de vuelo: me reconoció y me agradeció que compartiera mis experiencias de forma tan auténtica, porque fue precisamente eso lo que le animó a iniciarse en el parapente.

Más allá de los vuelos largos o los récords personales, para mí el parapente no va de logros concretos. Sin embargo, algunas de mis experiencias más intensas las he vivido durante mis vuelos de casi nueve horas por los Alpes o las llanuras alemanas. Es ahí donde el sentimiento de libertad absoluta cobra todo su sentido. Lo más bonito de estos vuelos es no saber dónde aterrizarás ni cómo volverás. Y comprobar, una vez en tierra, que incluso en los lugares más remotos siempre hay gente amable dispuesta a ayudarte, ha sido una de las grandes lecciones de mi vida.

Lo que más valoro de Niviuk es que encuentro todo lo que necesito. Como me apasionan tantas disciplinas, me encanta que su gama incluya desde equipos ultraligeros de Hike & Fly hasta material de alto rendimiento y competición. Cada producto está desarrollado con un cuidado excepcional y destaca por su calidad.

Pero más allá del material, lo que realmente me une a Niviuk son las personas y la filosofía de la marca: somos una familia que comparte la misma pasión. En la familia Niviuk puedo ser yo mismo. 

Para mí, volar significa disfrutar del privilegio de moverse libremente por este increíble planeta. Me siento profundamente agradecido de vivir en una época en la que podemos volar como los pájaros, con un equipo tan ligero y seguro que incluso puedes llevarlo en la mochila. ¡Un gran momento para estar vivo!