¡Lo consiguieron! Nuestros pilotos Niviuk, Liv Sansoz, Zeb Roche y Jean-Yves Fredriksen, más conocido como Blutch, han roto todos los esquemas y, por primera vez en la historia, han descendido del K2 (8.611 m) en parapente, después de subir el ochomil sin oxígeno.
Los tres pilotos y Benjamin Védrines se fueron juntos a Pakistán el 14 de junio. Una semana después, llegaron al campo base de la segunda montaña más alta del mundo. Estuvieron semanas ascendiendo y descansando, viviendo condiciones duras, pero manteniendo siempre el compañerismo y fraternidad, para poderse familiarizar con el terreno y la altitud. Pasada la fase de aclimatación y habiendo alcanzado los 8000 m, estaban listos para seguir el ascenso solos, sin oxígeno y despegar desde la cima. Finalmente, después de días borrascas, tormentas y nevadas, se abrió una ventana en las condiciones meteorológicas, y lo consiguieron el 28 de julio.
Podéis leer todos los detalles sobre la expedición de Liv y Zeb aquí, y la de Blutch aquí.
El reto para el equipo de I+D de Niviuk
El reto era grande y no podíamos fallar. Debíamos diseñar unas velas extremadamente ligeras, pero sin olvidarnos de aportar la máxima seguridad a nuestros pilotos, que estaban sometidos a unas condiciones excepcionales.
Todo nuestro equipo de I+D se puso manos a la obra, juntamente con nuestros pilotos, para encontrar la mejor solución para poder realizar la hazaña.
¿Qué velas diseñamos para su aventura?
Necesitábamos un parapente para el descenso de Blutch, que sería la misma vela que utilizarían Liv y Zeb para su aclimatación de altitud, y una vela tándem para el descenso de Liv y Zeb desde la cima.
Nuestro ya conocido modelo Bi Skin, fue la base elegida para diseñar la vela tándem: una vela tándem monocapa aún más ligera, de 2,43 kg (con los separadores biplaza incluidos).
Para conseguir reducir su peso, nuestros diseñadores utilizaron Dokdo 10, para sustituir al D32 de la Bi Skin. Las costillas también se fabricaron con un material más ligero, íntegramente con Skytex 27.
También se redujeron al máximo todos los refuerzos internos del ala y los puntos de anclaje.
Para asegurarse de no comprometer la seguridad con estos cambios en los puntos de anclaje, se realizaron test de vuelo y de seguridad en nuestra fábrica. No nos podíamos permitir ningún error.
Un nuevo sistema de conexión permitió eliminar todos los IKS y mosquetones de la vela a los separadores biplaza. Las líneas se conectaron a las bandas con nudos de alondra y se integraron los separadores en el mismo sistema.
Para poder eliminar todas las hebillas, se decidió poner la vela en una posición constante de trimado medio. Eso implicó que el parapente iba un poco acelerado, pero previamente se comprobó que esto no afectara a las capacidades de despegue ni aterrizaje.
En este caso, se diseñó una vela completamente nueva. La misma que utilizó nuestro piloto Tanguy Renaud-Goud para batir el récord mundial de ascenso acumulado en 24 horas de Hike & Fly.
¿El resultado? Un prototipo de vela monocapa de menos de 1,1 kg.
Igual que para la vela tándem, se utilizaron materiales muy ligeros, como Dokdo 10. También se redujo peso en los puntos de anclaje y se eliminaron las conexiones IKS.
Durante los test, nuestros pilotos confirmaron sus buenas sensaciones de vuelo y comportamiento de aterrizajes con este prototipo.
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